Cultivos iniciadores

1. Producción de ácido láctico: Las bacterias starter convierten la lactosa en ácido láctico, lo que baja el pH del alimento y contribuye a la coagulación de la caseína en la leche, esencial para la fabricación de queso y otros productos lácteos.

2. Desarrollo de sabor y aroma: Durante la fermentación, las bacterias starter producen compuestos volátiles que aportan sabores y aromas característicos a los alimentos fermentados. Por ejemplo, en la producción de yogur, el aroma y sabor distintivos se deben en gran medida a la actividad de las bacterias lácticas.

3. Inhibición de microorganismos indeseables: La producción de ácido láctico y otros compuestos antimicrobianos por parte de las bacterias starter inhibe el crecimiento de patógenos y microorganismos indeseables, mejorando la seguridad y vida útil del producto.

4. Textura y consistencia: Las bacterias lácticas starter también influyen en la textura y consistencia del producto final. En la elaboración de quesos, por ejemplo, la coagulación y la acción proteolítica de las bacterias contribuyen a la formación de la estructura y textura deseadas del queso.